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Entrevista cruzada Ecoembes-Retorna: Punto Verde Vs. SDDR

Entrevista a Ecoembes y Retorna sobre la gestión de los residuos de envases

Dado el gran ruido generado tanto en el sector de los residuos como fuera de él en torno a la gestión de los residuos de envases –amplificado por el reciente apoyo de la Generalitat Valenciana a la implantación de un sistema de Depósito, Devolución y Retorno de Envases (SDDR) en esta Comunidad Autónoma–, nos hemos puesto en contacto con las dos entidades más representativas de los dos modelos en liza: Ecoembes, que gestiona el modelo del Punto Verde actualmente vigente en España, y Retorna, que defiende la puesta en marcha de un SDDR en todo el Estado. Nieves Rey, directora de Comunicación Corporativa y Marketing de Ecoembes, y Miquel Roset, director de Retorna, responden a nuestras preguntas en esta entrevista cruzada, en la que exponen las ventajas del modelo que cada entidad promueve, y ponen también de relieve los puntos flacos de los que, a su parecer, adolece el otro.

¿Punto verde y SDDR son sistemas alternativos, complementarios, paralelos…? ¿Qué aporta uno que no tenga el otro?

Ecoembes. No se trata de dos modelos complementarios. La posible implantación de un SDDR supondría un sistema en paralelo ya que debe coexistir con el sistema actual. A los tres contenedores que ya tenemos (amarillo, azul y verde) junto con el contenedor de orgánica en algunas comunidades y el de basura normal, se añadiría ahora un sistema de máquinas exclusivamente para los envases de bebidas (sólo el 9% del total de los envases) y que el ciudadano ya está depositando de forma natural en el contenedor.

Ya lo advertía el estudio “Cuantificación del impacto del sddr en la gestión municipal” realizado por la FEMP, que concluye que hay que mantener dos sistemas y que no se eliminaría la ocupación vial. A esto hay que añadir que supondría una reducción de los ingresos que reciben los municipios de entre 60 y 68 millones de euros, según este mismo estudio.

Si nos centramos en qué aporta el SDDR, destacaría los siguientes puntos:

  • No es una “vuelta al casco” como se nos intenta vender. Ni nos premian por reciclar ni es un sistema de reutilización que acabe con los envases de un solo uso. No se rellenan los envases como hacían nuestros abuelos con “La Casera” sino que sigue el mismo proceso de los residuos que se depositan en los contenedores de la calle. No es un sistema que reduzca la generación de residuos.
  • El ciudadano pagará más. Los productos serán más caros por el sobrecoste del nuevo sistema, a lo que se une la fianza que adelantamos por cada producto y que muchas veces será devuelta en forma de ticket canjeable y no en dinero.
  • Aporta incomodidad para el ciudadano, que debe habilitar un nuevo espacio en su hogar para estos envases, a los que debe tratar con sumo cuidado porque si tienen cualquier desperfecto no serán admitidos por las máquinas y perderá su dinero.
  • También le dificultará la devolución ya que tendrá que ir a diario a devolver los envases a la tienda o supermercado, perdiendo tiempo de su día a día cuando hasta ahora el contenedor le proporciona este servicio de una manera sencilla.
  • Perjudica al comercio, bares y restaurantes al obligarles a realizar considerables inversiones económicas y logísticas para gestionar la devolución de los envases. Más de 20.000 máquinas se prevén que deben adquirir (20.000€ cada una) y convertirse en “gestores de residuos” de la noche a la mañana.
  • Es un gran paso atrás en lo que al cuidado del medio ambiente: conlleva mayores emisiones de CO2 de los vehículos que deben hacer la recogida en las tiendas. Recordemos, serían dos sistemas de recogida en paralelo. Más emisiones de CO2, más combustible, más tráfico en las grandes ciudades que generará una peor calidad del aire y una mayor contaminación.
  • Perjudica el reciclaje del resto de residuos ya que la ciudadanía se despreocuparía de reciclar los envases sin depósito, los que no les penaliza, y que ahora separan de forma voluntaria y responsable.
  • Además, es más caro. Un informe elaborado por el Director General del SDDR alemán (DPG) sobre el sistema de depósito en su país, deja bien claro que este sistema cuesta tres veces más, con una contribución marginal a la tasa de reciclaje.

Por su parte, el SIG que representa Ecoembes es un modelo de colaboración público privada que aúna infraestructuras (566.957 contenedores amarillos y azules por toda España) con una firme apuesta por la prevención, educación, sensibilización, fomento del consumo responsable, la innovación y la comunicación, en un modelo flexible que pretende acercar el reciclaje al ciudadano allí donde esté (su domicilio, durante los eventos deportivos, conciertos de música, lugar de trabajo, espacios naturales…).

Retorna. En las más de 40 regiones del mundo donde aguas, refrescos, zumos y cervezas se han vuelto a vender con depósito, el sistema de contenedores y el Sistema de Depósito conviven de manera complementaria. Los envases de bebidas, los más consumidos en el exterior y por lo tanto abandonados, se devuelven al comercio y se recuperan masivamente para convertirlos en nuevos envases o reutilizarlos. El resto de envases, consumidos mayoritariamente en casa, se separan en los diferentes contenedores. Así, ambos sistemas conviven perfectamente y aseguran que la gran mayoría de los residuos se recuperen y se conviertan en recursos.

¿Cree que el actual modelo de reciclaje de envases ha tocado techo?

Ecoembes. El modelo que representa Ecoembes no ha tocado techo. Todo lo contrario. Representamos un sistema que se adapta a los cambios de la sociedad y que cuenta aún con recorrido, ya que tenemos capacidad de crecimiento a través de los datos que ofrecen en esta materia las diferentes comunidades autónomas.

Aquí me gustaría recordar el trabajo realizado durante todos estos años. Hemos pasado en poco tiempo del 4,8% al 74,8% actual. Hemos creado entre los ciudadanos el hábito de reciclar, nuestros niños lo tienen interiorizado desde bien pequeños, lo sienten como algo natural. Y esto nos indica que vamos por el camino correcto, pero también que no podemos bajar la guardia.

Es por esto que estamos trabajando en un incremento y mejora de las infraestructuras y la calidad del servicio: más contenedores (110.000 hasta 2020), mejora de la eficiencia de las rutas, sensorización de equipos o el incremento del rendimiento de las plantas, entre otras medidas. Además, seguiremos apostando por la comunicación emocional y la educación ambiental, acercando al ciudadano los beneficios ambientales que son posibles gracias al reciclaje y a su colaboración.

Retorna. Los SIG llevan funcionando desde finales de los 90. Han pasado casi 20 años y han hecho una labor considerable para fomentar la cultura del reciclaje, pero su recorrido es limitado. Tenemos un grave problema de abandono de residuos, vertemos e incineramos dos tercios de todos los residuos domésticos y las cifras de recogida selectiva hace años que están estancadas en valores entre el 20 y el 30%. Ha llegado el momento de evolucionar y seguir mejorando la gestión de los residuos para ser más efectivos, más sostenibles y más transparentes. Y, además, lo bueno es que se puede hacer de manera conjunta, como demuestra la experiencia de los países más avanzados en esta materia.

Pregunta para Ecoembes ¿Cree que detrás del SDDR hay intereses distintos de los puramente ambientales?

Ecoembes. Los intereses que persigue la implantación de este sistema son puramente comerciales. No cabe la menor duda. Sólo persigue beneficiar a la empresa dedicada a la fabricación de las máquinas de retorno. De hecho, para implantar el SDDR en nuestro país sería necesaria la instalación de unas 20.000 máquinas, lo que supondría un coste aproximado de 470 millones de euros y que se asumirían con dinero público. De hecho, no existen datos en los países donde está implantado que avalen este modelo desde el punto de vista medioambiental. Por lo tanto el objetivo ambiental no parece muy claro.

Este link deja muy claro las intenciones de la empresa en cuestión, y que sigue el mismo patrón que ha llevado a cabo en otros países europeos desde el 2010. Del mismo modo que lo es la utilización de un lobby vestido de ecologista, como ya sucedió en Alemania con Deutsche Umwelthilfe o como pasa en España con la asociación Retorna.

De ahí se entiende que en vez de colaborar con el reciclaje en nuestro país, ayudando, colaborando, sumando, se dediquen a criticar cada día toda actividad planteada por nuestra organización.

Pregunta para Retorna ¿Cree que detrás del Punto Verde hay intereses distintos de los puramente ambientales?

Retorna. El punto verde agrupa mayoritariamente a productores y envasadores. Ni la sociedad civil ni la administración forman parte y, por lo tanto, se corre el riesgo de que defiendan intereses individuales por encima de los intereses del conjunto de la sociedad.

Con toda la información y campañas de concienciación que hay hoy en día, ¿no cree que quien no recicla es porque no quiere y ya no lo va a hacer, independientemente del modelo implantado? ¿Sería un problema de compromiso de la ciudadanía y no tanto del modelo?

Ecoembes. Se ha producido un cambio de hábitos en la sociedad y el reciclaje se ha ido convirtiendo poco a poco en un acto cívico, al igual que lo son no tirar un papel al suelo o no saltarse un semáforo. Por eso estamos obligados a seguir en esta senda, sólo así algún día alcanzaremos nuestro objetivo de integrar la sostenibilidad de manera plena en nuestras vidas. El ciudadano tiene que estar en el centro de esta estrategia y en Ecoembes lo tenemos claro.

Por este motivo, cada vez tenemos que acercarnos más a él. Y no sólo a través de la educación, que es clave, sino también con infraestructuras, como por ejemplo acercando los contenedores a los colegios (con EducaEnEco llevaremos más de 38.000 papeleras de colores a los colegios) o a otros lugares, como los festivales de música, hospitales o los recintos deportivos, que están presentes en el día a día de todos los ciudadanos Tenemos que llegar a la sociedad e implicarla, hablar su lenguaje, adaptarnos a sus hábitos, y utilizar sus canales y vías de información más habituales. En este sentido la digitalización tiene un papel capital como también lo tiene la educación.

Retorna. Otra vez, el espejo de los países más avanzados en la gestión de los residuos nos muestra que la voluntariedad de la gente tiene un límite, sobre todo cuando se le ofrecen opciones complejas y poco transparentes. Ahora bien, si el modelo fomenta que el ciudadano participe de forma sencilla y abierta, la respuesta es mayoritariamente positiva. No es tanto que la gente no esté comprometida, sino que se le debe ayudar al máximo para que demuestren ese compromiso.

Parece que en España el modelo SDDR comenzará a implantarse en la Comunitat Valenciana, donde ya se está generando mucho debate ¿A qué cree que se debe la fuerza con que parece haber entrado en este territorio?, ¿cuál sería la diferencia con respecto a otros países o territorios?

Ecoembes. Como no puede ser de otra manera, respetamos la decisión de la Generalitat Valenciana de explorar nuevos modelos, pero no compartimos ni entendemos la manera en la que sin datos que avalen este sistema y sin tener en cuenta a toda la cadena implicada en el reciclaje se ha tomado esta decisión, especialmente cuando el SDDR no aporta mejoras ambientales y perjudica al ciudadano. Consumidores, supermercados, hosteleros y empresas valencianas han rechazado frontalmente esta propuesta.

Nos preocupa, además y especialmente, que no se haya contado con nosotros y que en ningún momento se haya facilitado información y datos sobre sus resultados en otros países, así como ningún estudio realizado por la Consellería sobre la viabilidad del mismo.

De hecho, desde Ecoembes nos hemos ofrecido a colaborar en un estudio riguroso e independiente sobre el SDDR en el que se tenga en cuenta a los sectores que participan en la cadena del reciclaje.

Retorna. La administración valenciana ha tomado una iniciativa pionera y valiente. Ha decidido poner una solución real y definitiva al abandono diario de 5 millones de latas, botellas y briks que se pierden por su territorio o acaban en sus vertederos. Y, además, ha apostado por el Sistema de Depósito para activar de manera real una economía circular limpia que conjugue sostenibilidad y crecimiento verde. Con este tipo de decisiones, la Comunitat Valenciana se está convirtiendo en un modelo para el resto de CC.AA. y muchas ya están apostando por seguir el mismo camino.

Legalmente, ¿podría implantarse un SDDR según CCAA o entidades locales?, ¿sería mejor desarrollar e implementar una regulación estatal al efecto?

Ecoembes. De acuerdo con la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados, las Comunidades Autonomas no pueden establecer SDDR obligatorios porque esta competencia está atribuida al estado. En consecuencia, sería inconstitucional que una Comunidad Autónoma impusiera este sistema en su territorio.

Retorna. Lo ideal sería que aguas, refrescos, zumos y cervezas se volviesen a vender con depósito en todo el estado. Mientras tanto, hasta que esto no suceda, cada CC.AA. tiene competencia para proteger su medio ambiente legislando para que los residuos más abandonados en el exterior, los de bebidas, se vendan con depósito y se recuperen prácticamente en su totalidad.

Los objetivos de reciclaje a alcanzar a medio plazo están definidos, pero ¿cómo podrían contribuir ambos sistemas a ello?, ¿podrían, en conjunto, llegar a mejorar las ratios existentes?, ¿necesitamos dos sistemas para alcanzarlos?

Ecoembes. En ningún caso se mejorarían los datos actuales de reciclaje de envases domésticos. El primer motivo es que perjudicaría el reciclaje del resto de residuos dado que la complejidad que supondría la implementación del SDDR para recuperar sólo los envases de bebidas, haría que el ciudadano descuidase el reciclaje general. Las cifras de Alemania lo demuestran, tal como se desprende del estudio encargado por la Agencia Alemana de Medioambiente al instituto BIFA para analizar la viabilidad del sistema de retorno que mencionaba al principio. La ciudadanía deja de reciclar.

En Ecoembes nos hemos marcado el reto de alcanzar una tasa de reciclaje de envases domésticos del 80% para 2020, cifra que supera en cinco puntos porcentuales los objetivos marcados por la Comisión Europea. Sabemos que es ambicioso, pero también somos conscientes de que hemos hecho lo más difícil.

Retorna. Europa dice que en 20 años de sistema de contenedores hemos llegado al 30% de reciclaje de residuos domésticos cuando en 2020, como mínimo, deberemos estar en el 50% para cumplir con su normativa. Es evidente que necesitamos evolucionar la gestión de residuos, ya no sólo para cumplir con los objetivos europeos, sino porque no podemos permitirnos seguir vertiendo, quemando o abandonando miles de toneladas de materia prima cada día que, al tiempo que dañan nuestro entorno, hacen que sigamos consumiendo recursos materiales nuevos a un ritmo insostenible.

¿Representa una limitación que el SDDR se centre solamente en algunos tipos de envases?, ¿no es un sistema demasiado exclusivo?

Ecoembes. Se trata de un sistema residual que sólo contempla los envases de bebidas con cierta capacidad y que se encuentren en perfecto estado, dejando de lado el resto de envases. Dicho de otro modo, este sistema busca hacerse cargo del jamón, no de la sopa. Este sistema de reciclaje elitista, dedicado exclusivamente a los envases de bebida, no gestionaría otros envases del mismo material, que normalmente están más sucios, pero que no por eso dejan de ser reciclables, como es el caso de los que contienen conservas o aceite. Con el alcance que tiene (el 9% de los envases), nunca puede ser la solución a la gestión de los residuos en nuestro país para alcanzar los objetivos que nos pedirá el próximo Paquete de Economía Circular que está proyectando la UE.

Retorna. Es un sistema complementario que se ha demostrado exitoso para una fracción en concreto, pero que igualmente se puede aplicar a otros flujos como RAEE, neumáticos, pilas, etc. Es como si se encuentra la vacuna para un tipo de enfermedad en concreto, ¿no la vamos a aplicar porque no cura el resto de enfermedades? Pues claro que sí.

Analizadas experiencias de otros territorios, hay opiniones contrapuestas sobre el éxito del SDDR y su convivencia con el PV. ¿Cuál es la realidad?, ¿cuál es la garantía para el ciudadano?

Ecoembes. No existe ningún dato a nivel internacional que avale el éxito del modelo que representa el SDDR y lo lógico es que, de existir algún documento que certifique esta afirmación, debería compartirse. La única realidad es que este sistema ha sido rechazado en varios países por sus escasos beneficios ambientales y sus altos costes económicos. Sin ir más lejos, Francia y Reino Unido han desestimado su imposición, mientras que Holanda ya anunció hace tiempo su desmantelamiento. Otro dato. Bélgica, el país con mayor tasa de reciclaje de Europa, gestiona sus envases a través de un SIG como el que representa Ecoembes o Ecovidrio.

Retorna. Para empezar, la realidad hoy en día para el ciudadano es que el sistema actual, desgraciadamente, no evita que latas y botellas contaminen sus calles, sus parques, sus ríos o sus playas y que, además, sus impuestos deben sufragar que los residuos se traten mayoritariamente en vertederos e incineradoras en vez de ser aprovechados como recursos. Es por ello que, en los lugares en los que el Sistema de Depósito convive con el resto de sistemas, el ciudadano lo apoya mayoritariamente, como demuestran todas las encuestas. Lo entiende fácilmente, lo integra en su día a día con normalidad y ve que su participación tiene una consecuencia evidente: pueblos, ciudades, campos y mares libres de envases abandonados. En Cadaqués, donde la Generalitat de Catalunya hizo una prueba pilote en 2013, el 85% de los ciudadanos declararon que querrían que el sistema se aplicase de manera permanente.

¿Cómo están recibiendo la noticia de la implantación del SDDR los pequeños comercios y las grandes superficies de la Comunitat Valenciana? ¿y las empresas de reciclaje?

Ecoembes. Los sectores implicados en la cadena del reciclaje no apoyan la implantación de este sistema y lo ven como un obstáculo para su actividad diaria. Numerosos agentes como las grandes superficies (Asucova), la Cámara de Comercio de Valencia, la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y el sector hostelero (FEHR), entre otros, han manifestado su rechazo a la implantación del SDDR. Esto es lógico, si imaginamos el enorme perjuicio que supondría para los bares o los pequeños comercios la puesta en marcha de este sistema: además de conllevar un gran desembolso económico, se verían obligados a modificar su logística y dedicar recursos y espacio a la gestión de envases. Les convertimos en pequeñas plantas de reciclado cuando su labor es otra, máxime cuando en la Comunidad Valenciana el sector del turismo es su principal industria.

Por su parte, los recicladores y los consorcios de residuos de entidades locales también han manifestado públicamente el rechazo a la propuesta de la Consellería.

Retorna. En todos los lugares donde funciona el Sistema de Depósito, todos los actores se adaptan y participan haciendo que funcione de manera eficaz y coordinada y cada sector disfruta de los beneficios asociados al descenso del littering, a la recuperación de mucha más materia prima y al establecimiento de un modelo económico mucho más sostenible y circular.

El planteamiento de ambos sistemas está teniendo muchas críticas por unos y otros, pudiendo confundir a la opinión pública. ¿Se está pecando de falta transparencia?

Ecoembes. No por parte de Ecoembes. Nosotros no escondemos nada, ya que nuestras cifras son públicas, provienen de las propias entidades locales y están doblemente auditadas. Por nuestra propia razón de ser, funcionamos como un nexo entre las empresas, las administraciones públicas y los ciudadanos, y por este mismo motivo la transparencia está presente en todo el proceso que coordinamos. Una cuestión que no está clara en el caso de los promotores del SDDR.

Retorna. Las entidades que impulsan Retorna, desde recicladores como el Gremi de Recuperación de Catalunya, ecologistas como Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción o Greenpeace, pasando por consumidores, familias y sindicatos, siempre han incidido en que ambos sistemas son complementarios y que deberían ser dirigidos por parte de los mismos gestores conjuntamente con la administración. Y precisamente defienden esta postura porque el Sistema de Depósito permite trazar uno a uno todos los envases que se ponen en el mercado para convertir en recursos la gran mayoría. El Sistema de Depósito apuesta de hecho por mejorar la transparencia y dar mayor responsabilidad y poder decisión a la ciudadanía.

Cubos para papel y cartón, envases ligeros, vidrio, orgánica (en algunas CCAA), resto…, y ahora otro para envases retornables ¿Estamos trasladando al ciudadano una responsabilidad excesiva que incluso pueda ser contraproducente?

Ecoembes. No se trata tanto de cargar de responsabilidad a los ciudadanos, sino de sumarles al esfuerzo colectivo de reciclar sin complicarles esta tarea. El objetivo es concienciar sobre los beneficios que tiene el reciclaje para el cuidado del medio ambiente porque sólo de nosotros depende el futuro de nuestro planeta. Para ello, tenemos que seguir apostando por la concienciación y la sensibilización como herramientas clave de este reto común. Seducir para convencer de que el único camino que podemos recorrer juntos es el de la sostenibilidad y no añadir elementos que compliquen la tarea -o que perjudiquen al reciclaje en términos globales- por un enriquecimiento puramente comercial.

Retorna. Hay que pensar el modelo de manera global. Ver que flujos funcionan mejor y que otros no lo hacen tan bien y aplicar las herramientas más efectivas para que la ciudadanía goce de la oportunidad de participar de la manera más activa. No se trata de pedirles más o menos, sino de dotarles de las mejores herramientas e información. Si lo conseguimos, la ciudadanía participará de manera masiva y su esfuerzo será mucho más efectivo.

Publicado por

Laboratorio de ideas sobre residuos

Debate de ideas para el sector de la gestión de residuos

5 thoughts on “Entrevista cruzada Ecoembes-Retorna: Punto Verde Vs. SDDR”

    • «Ecoembes S.A. es una sociedad (Sistema Integrado de Gestión) cuyos propietarios son en su mayor parte envasadoras (Nestlé, Pescanova, Coca-Cola, etc., 55%), grandes superficies de distribución comercial (Corte Inglés, Carrefour, Mercadona, etc., 20%) y productores de materias primas (Tetra Pak Hispania S.A., Asociación Nacional del envase de PET, ARPAL Reciclado de aluminio, etc., 20%)» Ciego es aquel que no quiere ver… Las palabras de Ecoembes solo reflejan todo lo que están escondiendo bajo la alfombra, sus intereses netamente económicos y la falta de transparencia de sus acciones, como por ejemplo subvencionar a los grandes festivales para que produzcan toneladas de residuos y estos se refleje en sus cifras heroicas, mientras que las costas ibéricas se inundan de residuos y el mediterráneo pasa a ser uno de los mares más contaminados, cada año España recibe denuncias internacionales por cantidad de vertederos ilegales existentes… y pare de contar. Somos ahora los ciudadanos quienes nos toca decidir como queremos actuar y ya estamos hartos de la industria y su ambición devoradoras, estamos asqueados de sus sistemas manipuladores los cuales podrán comprar la consciencia de los gobernares y empresarios, pero la consciencia de una ciudadanía despierta, jamás!!!

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