El Papa Francisco ha defendido recientemente en un encuentro sobre «Minería para el bien común» la necesidad de fomentar una economía circular y llevar un estilo de vida y de consumo responsable para frenar el despilfarro y contribuir a «sanar» y «reparar» la naturaleza.
El Sumo Pontífice ha llamado a «denunciar y evitar esta cultura del despilfarro», porque considera que el sistema industrial, al final de su ciclo de producción y consumo no ha desarrollado al capacidad de absorber y reutilizar residuos y escorias.
Por ello, ha insistido en su propuesta de economía circular que se base en la «sobriedad» de reducir, reutilizar, reciclar, que va en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Independientemente de las creencias de cada uno, no deja de ser una buena noticia que personas de tanta influencia y alcance social aboguen por un modelo sostenible y circular.